Anatomia De La Melancolia Robert Burton Pdf
Posted by admin- in Home -06/10/17var q anatomiadelamelancoliarobertburtonpdfLa ciencia de Sherlock Holmes. A Bill, mi amado marido y apoyo tcnico. Prefacio Mi primer encuentro con Sherlock Holmes tuvo lugar en el Mosholu Parkway, del Bronx, en los aos cincuenta. En aquel entonces, sufra los tormentos de uno de los primeros cursos de la escuela secundaria, y lo nico que aliviaba mis miserias era una asignatura que combinaba lengua y literatura inglesa con ciencias sociales, dictada por un profesor de singular humanidad llamado Benjamin Weinstein. El seor Weinstein tena la entraable costumbre de invitar a sus estudiantes a llevar el almuerzo al parque cuando el clima lo permita. All nos sentbamos sobre algn tronco o directamente en la hierba, mientras l nos entretena con la lectura en voz alta de obras con las que, en su opinin, debamos familiarizarnos. Yo siempre asista a aquellos encuentros. Weinstein lea con distinguida pero amable solemnidad. No afectaba voces extraas ni haca pantomimas forzadas apenas proporcionaba un medio para que el autor nos hablase. Sola leernos relatos de Mark Twain y de Damon Runyon. Y hacia el final del otoo de aquel curso, cuando empezaba a hacer fro y la mayora de las hojas se haban desprendido de los rboles, Weinstein abri un libro desconocido, con tapas de color azul oscuro, y empez a leer Al repasar mis notas sobre los setenta y tantos casos en los que, durante los ltimos ocho aos, he estudiado los mtodos de mi amigo Sherlock Holmes, he encontrado muchos lances trgicos, algunos cmicos, y una gran cantidad de sucesos que me resultan poco ms que extraos. Sin embargo, no hay en esas notas casos vulgares. Y es que, al trabajar como lo haca, por amor al arte y no por afn de lucro, Holmes se neg siempre a tomar parte en investigaciones que no rozaran lo inusual e, incluso, lo fantstico. Se trataba del inicio de La banda de lunares. Al da siguiente estaba yo en la biblioteca para hacerme con un ejemplar de las obras completas. Mucho se ha escrito a propsito de la gran atraccin que ejercen los relatos de Sherlock Holmes. The Anatomy of Melancholy full title The Anatomy of Melancholy, What it is With all the Kinds, Causes, Symptomes, Prognostickes, and Several Cures of it. Cmo fueron las primeras autopsias Cules son los venenos ms utilizados por los asesinos Quin descubri la utilidad de las huellas dactilares en el. 110480 de 51484 Paulo 49074 So 46318 do 40723 Brasil 38043 da 37922 Da 35214 US 33367 Folha 2900 Local 19724 Reportagem 1790 Jos 15364. Philosophy Metaphilosophy Metaphysics Epistemology Ethics Politics Aesthetics Thought Mental Cognition. Lamia en griego, es una criatura femenina de la mitologa y el folclore grecolatinos, caracterizado como asusta nios y seductora terrible. Ao mesmo tempo em que o humanismo ensinado nas escolas de filosofia redefinia princpios fundamentais da f, tambm possibilitava a absoro de elementos da. Web oficial de la Universidade da Corua. Enlaces a centros, departamentos, servicios, planes de estudios. Y sospecho que, en gran medida, esta atraccin se debe al contraste entre la emocin que proporcionan las vividas aventuras narradas por Conan Doyle, por una parte, y, por otra, la tranquilidad que en ellas imprime el control intelectual que, sobre los acontecimientos, ejerce Sherlock Holmes. En 2. 00. 5, al escribir estas lneas, cuando la supersticin amenaza con seducir al mundo civilizado en su ominoso abrazo, cuando en algunos lugares se desdea la ciencia como si se tratase de una disciplina amoral que la humanidad est en libertad de abandonar, un hroe literario cuyas dotes intelectuales no desdicen un sentido profundo de la tica resulta particularmente irresistible. Aunque Sherlock Holmes haya sido un personaje ficticio, lo que podemos aprender de l goza de una consistencia real. Holmes viene a decir que la ciencia no slo proporciona respuestas simplistas, sino tambin un mtodo riguroso para formular algunas preguntas, que a su vez pueden ser ocasin de algunas respuestas. La figura de Holmes da cuenta de la razn humana, pero siempre matizada por el don de la amistad bien puede afirmar el Gran Detective no ser ms que un cerebro, pero ese cerebro revela un intenso ncleo emocional cuando le advierte al villano de La aventura de los tres estudiantes Si usted hubiese matado a Watson, no habra salido vivo de esta habitacin. Holmes posee una mente incisiva, un corazn clido y una dimensin artstica, como demuestra su destreza al interpretar el violn. No sorprende, pues, que, como tantas otras personas, me encuentre fascinada por l. A lo largo de los aos, he ido adquiriendo del Canon ms ediciones de lo recomendable, y de tanto en tanto me he ido permitiendo leer algunos fragmentos y preguntarme cmo incorporar mi debilidad hacia Holmes en las clases que suelo dictar sobre la historia del crimen y la ciencia forense. De hecho, una vez dict una serie de charlas bajo el ttulo de La ciencia de Sherlock Holmes algunos casos verdaderos resueltos por Conan Doyle, pero aquel trabajo versaba ms sobre el autor que sobre el Gran Detective. Despus segu dndole vueltas a la idea, pero una pereza primordial entorpeca la respuesta sobre cmo combinar las narraciones de Holmes con la historia del crimen. Fue entonces cuando, una helada maana de febrero, mientras esperaba que una barra de pan se esponjara en el horno, recib un correo electrnico en donde me preguntaban si me interesara escribir un libro que se valiera de las aventuras del Gran Detective como punto de partida para hablar de la ciencia forense durante la poca victoriana. El volumen podra incluir captulos sobre anatoma, toxicologa y qumica de la sangre, amn de toda una serie de asuntos muy complejos. De inmediato vislumbr la prodigiosa cantidad de trabajo que una empresa as podra exigir. Aquello significara ponerme en contacto con viejos amigos, especialistas en identificacin dactilar y bsqueda de pruebas, peritos en envenenamientos y en toda una serie de temas esotricos, y rogarles que me proporcionasen informacin sobre aquellos temas. Tendra que leer en detalle informes de autopsias antiguas, peridicos a medio desintegrar, libros de historia de la poca. Un encargo as significara tambin convencer a mi marido de cun encantado estara de pasarse semanas enteras escaneando imgenes tan antiguas como frgiles, corrigiendo mi desastroso picaje y elaborando una bibliografa que, ya desde el comienzo, prometa adquirir una cierta magnitud. Y es que mis destrezas secretariales son tristemente nulas. Aquello significara pasar muchas horas inclinada sobre antiguos volmenes de medicina, polvorientas transcripciones de procesos judiciales, cartas y papeles amarillentos desenterrar los detalles de crmenes ocurridos hace siglos, todo ello en la soledad de mi despacho, con la nica compaa de algunos libros de anticuario y del doctor Watson, nuestro perro labrador negro. De modo que, cmo no, dije que s. Agradecimientos Mi profundo agradecimiento al doctor Mark Beneke, por la informacin tan detallada sobre insectos a Robert A. Forde, por ponerme en antecedentes sobre la pronunciacin de los nombres y el sistema legal britnicos a Ernest D. Hamm, que puede dar con la pista de cualquier cosa a Lee Jackson, por la comprensin que me ha aportado de la vida victoriana al profesor Gernot Kocher, por la informacin sobre Hans Gross al doctor Sigmund Menchel, ex jefe forense del condado de Suffolk, por su imprescindible ayuda en el anlisis del ahogamiento en TiszaEszlar y de muchos otros casos a Don James J. Maune y a William Nix, por la informacin sobre legislacin a Andre A. Moessens, profesor emrito de derecho de la Ctedra Douglas Stripp en la Universidad de Missouri, en Kansas City, por sus explicaciones sobre la historia de la fotografa legal a Stephen S. Power, mi editor en John Wiley Sons, por su paciencia y sensibilidad, y tambin por haber tenido una idea tan buena la de este libro a Marcia Samuels, por una correccin sorprendentemente precisa y considerada y tambin a William R. Wagner, por el apoyo emocional y tcnico. Sin todas estas personas el presente libro no existira. Cualquier error es mo. Me encuentro profundamente agradecida asimismo a aquellas personas del mundo forense que, a lo largo de los aos, con gran generosidad y de diversas maneras, me han ayudado en mi aprendizaje.